Preparar los garbanzos: Coloca los garbanzos secos en un tazón grande y cúbrelos con agua. Déjalos en remojo durante al menos 8 horas o durante la noche. Después de remojarlos, escúrrelos y enjuágalos bien.
Mezclar los ingredientes: En un procesador de alimentos, agrega los garbanzos remojados, la cebolla, el ajo, el perejil, el cilantro, el comino, el coriandro, el bicarbonato de sodio, la sal y la pimienta. Procesa la mezcla hasta obtener una pasta gruesa, pero no completamente lisa. Debe tener una textura con un poco de grano.
Formar las bolitas: Con las manos húmedas, forma pequeñas bolitas o croquetas con la mezcla de falafel. Colócalas en un plato o bandeja.
Calentar el aceite: En una sartén profunda o cacerola, calienta suficiente aceite vegetal a fuego medio-alto para cubrir el fondo de la sartén.
Freír el falafel: Cuando el aceite esté caliente, agrega las bolitas de falafel en lotes, evitando sobrecargar la sartén. Fríe durante unos 3-5 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes por fuera. Retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servir: Sirve el falafel caliente, acompañado de pan pita, ensalada, y salsas como tahini o salsa de yogur.
Consejos adicionales:
Sustituto de garbanzos: Si no tienes garbanzos, puedes usar habas, que son una opción tradicional para el falafel.
Horno: Si prefieres una opción más saludable, puedes hornear las bolitas de falafel. Precalienta el horno a 200 °C (400 °F) y coloca las bolitas en una bandeja para hornear con un poco de aceite. Hornea durante 20-25 minutos, dándoles la vuelta a la mitad del tiempo.
Variaciones: Puedes añadir especias adicionales o ingredientes como chile picado para un toque más picante.
We use cookies to analyze website traffic and optimize your website experience. By accepting our use of cookies, your data will be aggregated with all other user data.